miércoles, 1 de febrero de 2017

Subida a Cabaña Verónica por La Jenduda

Por las entrañas de Fuente Dé


Montes erguidos hacia el infinito
que soportáis tempestades y vientos,
aún así, continuáis altaneros,
orgullosos, impávidos, quietos...
Extendéis vuestro serio señorío
en laderas embellecidas de silencio,
pese a eso, aunáis secretos,        
enigmas, interrogantes, misterio...
                                        María A. G.
 

    ¡Muy buenas a todos! Como veis, hoy he comenzado este post con un bonito poema dedicado a los Picos de Europa. ¿Y que por qué lo hago? Pues porque es al lugar al que nos vamos a ir hoy a dar un pequeño paseo. 

¡Vamos allá!


 
    Esta ruta se hizo en una fría mañana de principios de un enero bastante extraño. Llegábamos aquí después de 3 semanas sin caer ni una gota de agua en Cantabria, por lo que a pesar de la fecha en la que estábamos, no había una gran cantidad de nieve.

   Creo que es necesario decir esto, ya que Picos de Europa no es como el resto de lugares de montaña a los que podáis ir. Recordad siempre preparar muy bien el recorrido, el material a llevar, los tiempos... son cosas que no cuestan nada pero que nos pueden ahorrar un susto o una desgracia.

   En nuestro caso ya estábamos en el parking sobre las 9 de la mañana (algo tarde para la época en la que nos encontrábamos). Posiblemente en verano nos habría dado tiempo de sobra al ser los días más largos, pero aquí se nos hizo de noche justo antes de llegar al coche.
   
    La ruta la comenzamos desde el aparcamiento de Fuente Dé, y nos dirigimos por el prao que se sitúa en frente de éste para comenzar a subir el tramo que nos lleva al inicio de la Canal de La Jenduda. El camino está bien marcado hasta que giramos el rumbo a la izquierda y subimos por donde podemos dejando atrás alguna peña que sobresale de la ladera.

    La Canal se erige a mano derecha entre enormes paredes rocosas que te observan en un silencio milenario. Es recomendable llevar un casco en esta zona puesto que, al alba es bastante normal que caigan pequeñas (y no tan pequeñas) piedras a causa del deshielo. Para atravesar ésta canal hay que tirar de brazo también, ya que hay un pequeño tramo escarpado en el que tenemos que subir por una cuerda atada a la roca.

    Al llegar arriba, atravesamos una pequeña hoya hasta salir al camino principal que lleva desde el cable a Cabaña Verónica. En esta zona vemos a un reducido grupo de rebecos que se tiene que buscar la vida para pastar entre los neveros formados durante el invierno.

    A partir de ahí, tan sólo tenemos que seguir el camino que nos lleva directamente hasta éste peculiar refugio de montaña, que fue inaugurado el 13 de agosto del año 1961 y se construyó utilizando la cúpula metálica procedente de la batería antiaérea del portaaviones estadounidense USS Palau.

    Volvemos por nuestros pasos y al llegar al cruce que nos dirige hacia el cable o los Puertos de Áliva, cogemos esta segunda opción.

    Descendemos por el camino hasta que llegamos a una elevación curiosa llamada Los Collados de Juan Toribio. La podéis escalar o no, son rocas muy escarpadas y no tiene un camino fácil hasta la cumbre.

    Desde ahí comenzáis a bajar dejando a mano izquierda el Chalet Real y posteriormente el Refugio de Áliva. Al llegar abajo, giramos a mano derecha en el camino que nos lleva hasta Espinama, no tiene pérdida. Antes de llegar al pueblo, el sol nos ofreció una estampa espectacular de los pastizales de montaña bañados por la claridad del atardecer. Cuando decimos que vivimos en el paraíso... va en serio.


    Desde el Pueblo tan solo tenemos que seguir la carretera que nos lleva de vuelta al aparcamiento de Fuente Dé.

    ¡¡Espero que os haya gustado!!

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