viernes, 15 de enero de 2016

La Picota, cicatrices de la Guerra Civil


Un monte con historia


   Muy buenas tardes,

   El pasado miércoles, el compañero de Al Filo de lo Improbable y yo, nos hicimos una pequeña ruta facilona, para quitar el mono acumulado durante las navidades. Una ruta de esas que tienes al lado de casa, pero que nunca te da por hacer.

   La ruta en sí, no tiene mucho misterio, si que es cierto que tiene varios caminos posibles, pero no tiene pérdida. De todas formas aquí os dejo el GPS:




   Como anécdota, comentar que todos los años alguien pone el belén en la época navideña, bonito gesto para todos los que subimos y que no nos lo esperamos.

   Pero en esta entrada, no me quiero centrar en la ruta en sí, quiero hablaros sobre la historia de sus laderas. Una montaña que pudo estar teñida de rojo durante la Guerra Civil, aquella guerra que dividió a un país entero, enfrentó a hermanos y que derramó su sangre.


Más de 80.000 años de historia


   Debido a su posición estratégica en el litoral cántabro, se conocen incluso yacimientos humanos de la época neandertal. Hay que pensar que históricamente, lo que los hombres han buscado siempre ha sido un lugar desde el que ver a los posibles enemigos, tener materias primas y alimentos, todo lo que ofrece este monte. 

Foto vía Regio Cantabrorum - Alis Serna Gancedo - Mª Ángeles
   En total, en todo el Monte Tolio (Es como se conoce a todo el sistema montañoso) han hallado 25 cuevas, algunas con signos de presencia humana y restos de enterramientos, en su mayor parte paganos. Estos enterramientos están asociados a la época visigoda y tienen un gran valor arqueológico, puesto que los visigodos no solían hacer sus enterramientos en cuevas.

   La cueva que veis a la arriba es la Cueva de las Penas, anteriormente conocida como la Cueva de los Perros, que fue hallada en 2003 por el GEIS-Carballo Raba.

   Pero los que de verdad han puesto en valor este monte, actualmente invadido por árgumas y eucaliptos, ha sido la Asociación Mortera Verde, tanto haciendo los estudios arqueológicos correspondientes en esta cueva, como limpiando los búnkers y trincheras de la Guerra Civil.

   Y a eso es a lo que ahora vamos, porque han ido pasando los años y este Monte ha seguido teniendo un papel muy importante en las vidas de quien le rodean. 

Al estallar la Guerra Civil, Cantabria se declaró republicana, lo que provocó que tuvieran que prepararse para la invasión de los sublevados. 



   Debido a que desde La Picota se podía ver incluso la Bahía de Santander, temiendo un desembarco en la zona de Liencres, prepararon un auténtico fortín compuesto por más de 20 nidos de ametralladoras, búnkers y trincheras. 

   Finalmente, el bando nacionalista entró por el Puerto del Escudo con tropas italianas, lo que hizo que estos puestos quedaran en el olvido hasta unos pocos años después.


   La remilitarización de la zona se produjo durante la Segunda Guerra Mundial, en la que ante un posible desembarco aliado el ejército del General Franco tomó de nuevo La Picota.

   Como acabó pasando durante la Guerra Civil, tal desembarco nunca se produjo en las costas cántabras, si no que se produjo en Normandía, por lo que a finales de 1943 esta zona se abandonó definitivamente.

   Durante un tiempo, hubo una batalla legal entre los propietarios de las fincas y el Gobierno de Cantabria para declararlo Bien de Interés Cultural, ya que en caso de que esto pasara, los propietarios no podrían construir en La Picota, como ya pasara en el desastre especulativo de El Cuco, escándalo del que me gustaría hablar en otro post. Lo haré.

   Finalmente el TSJC dio la razón al Gobierno debido al alto valor arqueológico del Macizo, una victoria de todos y para todos.

  En caso de que hayáis llegado hasta aquí abajo leyendo... impresionante, os felicito por vuestra paciencia... ¡no me lo habría esperado nunca!

 
Muchas gracias a todos, nos vemos en el siguiente!

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